Como cuando das la vuelta a un jersey inside out, eso mismo voy a intentar hacer ahora conmigo y por escrito.
¿Por qué una persona normal, con un nombre normal, con padres y hermanos normales, un trabajo normal y una vida normal puede despertar desde dentro? Yo empecé a ver las cosas no con ojos normales, sino con una perspectiva diferente, empecé a ver las cosas como si todo fuera un milagro, como si todo lo que llevas contigo y todo lo que intentas dar está envuelto en amor y bondad. Como si una persona normal, con un nombre normal y una vida normal simplemente estuviera pintada con el más bello y gigantesco arco iris.
Para mí fue un día 2, dentro de una gran tormenta en el que me di cuenta que jamás podemos huir de aquello que necesitamos vivir y entendí de la manera más preciosa que todos estamos conectados. A partir de ahí, no cambié nada, todo siguió igual, pero mi perspectiva cambió del todo y me dio una tranquilidad y un alivio como nunca nada me lo dio. Comprendí que no podemos escapar de las decisiones internas que hemos hecho y que lo que uno mismo descubre, de la manera que sea, es el mejor aprendizaje. Que no se puede evolucionar por otra persona, pero tampoco sin otra persona.
Será que mi vida, y la de cada uno de nosotros, no es nada normal, sino que es un milagro y por eso nos pasan cosas tan inexplicables, como maravillosas, como necesarias, como fuera de este mundo, porque en realidad todo nuestro mundo lo tenemos inside.
Cada día entrando al cole viendo amanecer con la ciudad de fondo y un colorido tal, pienso… que es imposible no creer en milagros…están en todas partes a todas horas. Simplemente viendo a las niñas montando a caballo ahora, pensaba que puedo mirarlos sin cansarme jamás, igual que a los bebés y el fuego, que tres bellos milagros.
Hay muchas personas a mi alrededor que me han enseñado que solo porque la vida te esté pasando una mala pasada, no quiere decir que no se puede reír, se puede estar sufriendo por algo, pero se puede sonreír, que cada momento te da un nuevo comienzo y un nuevo final. Que tenemos una segunda oportunidad cada segundo.
Yo he experimentado dos tipos de dolor, el que duele y el que te cambia, y por este orden. A ninguno de los dos me puede resistir o ignorar y ambos me han hecho crecer. Por eso honro la lucha que viene con crecimiento real, amor y cambio sincero. Esa que viene de dentro, al igual que el coraje para crear una vida que siente bien por dentro y no solo se vea bien por fuera. Y estos cambios son un milagro.
Que hay que ganar la batalla al odio, al rencor, al miedo… y que hay que confiar, valorar, respetar, soñar, ilusionarte, reír, abrazar, besar, descubrir, querer, apasionarte… porque ser feliz es una decisión interna y para decidir siempre estamos a tiempo.
Si de algo estoy segura es que el amor no duele. Querer es sencillo. Es un milagro maravilloso.
Happy Valentine’s Day!!!
Ana
Precioso, Ana. Me encanta leerte.
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Gracias Cris! Muuuuaaaaaa
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❤
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