Las tres niñas se hicieron trencitas este la semana pasada, que les encanta (thanks Granmita!) tuvieron el honor de que se las hicieran la Presidenta de Mujeres de Senegal y sus hijas que en verano tienen un puesto en La Manga y durante el año viven en Rivas Vaciamadrid.
La madre, Diaynaba Diack, elegantísima vestida con traje típico, nos estuvo explicando lo que hacía para ayudar a las mujeres de su país recaudando dinero vendiendo collares artesanales y manteca de karité 100% natural que extraen del fruto seco del árbol africano karité.
A mí solo me sonaba ese nombre porque lo pone en algunos champús y cremas hidratantes, sobre todo en inglés (shea butter) pero nada más. Me dijo que para que no se quemaran la raya tan blanca que tenían en el cuero cabelludo por las trencitas que lo mejor era echarles con un bastoncillo crema pura de karité que protege al 100% contra los rayos solares. Me comentó que podías estar todo lo que quisieras al sol a 40 grados y no te quemas. ¡Me pareció genial! ¡Qué bien está hecha la naturaleza porque imagínate el sol que hace en África!
Continuó diciéndome que además es muy buena contra las arrugas y toda la piel (y se me abrieron los ojos), pero más aún cuando me dijo que era muy buena para hacer crecer el pelo (genial para mis pequeñas calvas de hace años). Me contó que para el pelo lo mejor era echártelo por la mañana y dejártelo puesto y aclarártelo por la noche, mano de santo. Hasta es bueno para las articulaciones del codo y rodilla, me dijo. En África también lo comen y lo usan para hacer chocolate por lo visto y para las picaduras de insectos.
Excelente protector solar, prolonga el bronceado naturalmente, no produce granitos, va bien para la piel grasa, seca, los labios o para el acné, genial poder hidratante y nutritivo, suaviza arrugas y estrías y es un regenerador celular natural muy poderoso que previene el envejecimiento de la piel y el pelo. Hasta tiene propiedades antiinflamatorias casi mágicas, para la congestión nasal, para afeitarte y para después de afeitarte.
Diaynaba me dijo que lo mejor era comprar la manteca lo menos refinada posible porque pierde sus propiedades, que la buena es de grado A, que es la cruda sin refinar. La manteca buena sin refinar tiene una textura que no se parece a una crema suave, sino que es más dura y como grasienta (pero solo lo parece porque luego no lo es). El color es amarillento, que es la más natural, contra más blanquecino sea el color más aditivos tendrá. ¡Lo único que esta manteca tan natural total huelo a rayos y centellas!
¡Yo estoy feliz con mi botecito de crema de karité natural de Senegal y lo estoy usando para todo de pies a cabeza!
¡Anímate a probarlo! Happy skin and hair!
Ana 💖
Que bellas!!! 🙂
Me gustaMe gusta